miércoles, 5 de mayo de 2010

Encuentro de bicicletas plegables en Zaragoza

ICO LANCASTER, uno de los miles de seguidores de este Blog nos envía este relato del encuentro de bicis plegables que realizaron a final de abril de 2010.

Gracias a ICO LANCASTER, y los que queráis estáis invitados a colaborar

El relato del encuentro

Relato por ICO LANCASTER

10.25 de la mañana. Sábado soleado, brillante, despejado, de los que te apetece hacer algo. Sin ninguna pereza en el cuerpo y con el sabor de café todavía en mi boca. Vía Hispanidad esquina Gómez Laguna, justo donde arranca el carril bici, junto al número 59. Ropa cómoda, pantalón largo y camiseta fresca, eso si, un jersey por si las moscas que todavía no hay que confiarse. De pie junto a mi Brompton amarilla espero ansioso que se haga la media para ver aparecer a mis compañeros de rodaje, disfrutaremos de un sábado de bicicletas urbanas, algo que se está convirtiendo últimamente en la tónica de mi grupo de amigos.

Puedo diferenciar la silueta de una ciclista urbana, es mi amiga Pilar, viene tranquilamente pedaleando su bicicleta verde Dahon, la verdad es que es una buena elección, robusta, con unos acabados muy cuidados y soluciones inteligentes como la bomba de pie integrada en la tija del sillín. Le saludo efusivamente y le muestro mi mejor sonrisa mientras me devuelve el gesto con un guiño del ojo izquierdo.

Colocamos nuestras bicicletas a un lado del carril bici para evitar molestar al resto de ciclistas y charlamos sobre nuestra semana laboral, la verdad es que hace días que no nos veíamos y debemos ponernos al día. Mientras nos pisamos por preguntar y contarnos nuestro día a día aparece en la escena, pedaleando su plegable, mi amiga Cristina. Su bici de tamaño reducidísimo, ruedas minis, portabultos delantero y trasero con acabados cromados, una única marcha y timbre simpático, como si te saludasen en una película de esas en las que no hay malos, es un regalo que le hizo una amiga china al volver a su país y no poder cargar con ella en el equipaje. No conozco la marca, resulta demasiado justa para algunas cuestas pero luce como ninguna.

Nos saludamos efusivamente y sin a penas habernos preguntado que tal estábamos irrumpen con sus timbres Pedro y Alicia, ¡¡ya estamos todos!! Alicia pilota una Bromtpon naranja con cesta delantera en la que carga su jersey, el bolso, las gafas de sol... no se que sería de Alicia sin un espacio para guardar sus cosas... Pedro luce ligero sobre una BH Ibiza en color negro, un clásico donde los haya de las plegables.

Comenzamos nuestro rodaje matinal descendiendo suavemente por Vía Hispanidad, una bajada tranquila ya que disponemos de carril bici durante todo el tramo. Aprovechamos la escasez de ciclistas para circular en parejas por el carril contándonos batallitas. Se trata de un paseo y no una carrera, es justo lo que más nos apetece de estas excursiones.

La gente suele mirar de reojo, ¡yo también lo haría!, es una delicia ver pasar juntas dos Bromtpon, una Dahon, una Ibiza y la amiga de importación. El sol sigue brillando con fuerza, pero el aire hace su papel refrescándonos mientras estamos pedaleando, la sensación es de confort y encima ¡cuesta abajo!

Tras superar la gasolinera de los enlaces, área que muestra graves problemas en el diseño del cruce para ciclistas ya que la gasolinera en sí es un caos y cruzarla en bicicleta es una lucha con todos los clientes de la misma, cambiamos de lado de la calle continuando Vía Hispanidad frente a la entrada del Barrio Oliver. Esa zona presenta una pendiente muy ligera que nos requiere un poco más de esfuerzo pero que superamos en un plis y sin ningún sudor visible. El tramo que viene a continuación me gusta mucho ya que la cuesta en curva que une Vía Hispanidad con la Avenida de Navarra permite coger más velocidad, como contrapunto debemos moderarnos y frenar ya que compartimos espacio con los peatones, el carril bici en este punto se desvía y lo dejamos a nuestra izquierda dirigiéndose directamente hacia la pasarela AVZ que si estuviese ya conectada (después de la pasarela el carril está sin acabar) nos permitiría llegar hasta el otro lado de la Carretera de Logroño para lograr nuestro destino: la estación intermodal. No obstante tras pasar esta curva compartida con el ciudadano de a pie cambiamos de acera y circulamos paralelos al centro comercial Augusta hasta la Estación Intermodal sin muchos problemas.

El entorno de la Estación me gusta, es moderno, con líneas marcadas y una arquitectura que presenta soluciones muy geométricas pero le falta vegetación, en verano debe ser un suplicio atravesar la Avenida de Navarra hasta el Parque del Agua a través del entorno de la estación, los árboles jóvenes todavía no son capaces de evitar que el sol acaricie nuestras cabezas.

Nuestro destino está cada vez más cerca, desde los porches del Hotel Husa Estación de Delicias podemos ver la Torre del Agua que silenciosa vigila todo el Parque del Agua y su entorno. Circulando por el carril bici cuesta abajo llegamos hasta el nuevo puente sobre el Ebro, cuenta con carril bici en ambos sentidos y unos paravientos que ayudan al ciclista en días de cierzo a cruzar el Ebro sin demasiado esfuerzo. Mientras atraviesas el puente puedes admirar a tu derecha el Pabellón Puente, que a mi personalmente me fascina y que es ya un icono para la ciudad. Poco a poco dejamos a nuestra derecha el puente y el Hotel Hiberus, que aunque la primera impresión que brinda al visitante es de desaprobación una vez lo conoces te encanta su diseño, sus líneas, su verde que lo envuelve todo y que resalta sobre el blanco inmaculado del resto de elementos constructivos del mismo.

Nos dirigimos hacia la pasarela para ciclistas sobre la Ronda Norte, es un paseo sencillo que combina carril bici y paseo de gravilla durante toda su longitud, cuenta además con bancos e iluminación, ¡todo de reciente construcción!. Este paseo que lleva a transeúntes hasta el Parque Deportivo Ebro continúa su andadura entre verdes campos y el río Ebro. Parece que el sol ha aprovechado para tomarse un refrigerio y está oculto tras unas nubes, la cosa carece de importancia, no son muy negras y será momentáneo, de cualquier manera se agradece y podemos abrir los ojos por completo en lugar de ir guiñándolos.

Durante nuestro recorrido nos cruzamos con un par de jinetes que a lomos de su caballo van en sentido opuesto al de nuestra marcha, las bicicletas siguen manteniendo el tipo como campeonas, algún silbidillo que provoca alguna pieza mal engrasada, algún ruido de cambio de marcha o alguno de nosotros que anima a los demás tocando el timbre con alegría. Parece que la bicicleta es un medio de transporte incombustible, que bien cuidada nos puede acompañar durante muchos kilómetros y que nos exigirá un mantenimiento muy económico.

Tras la subida a la pasarela que circula junto a la autovía reducimos nuestra velocidad, es una curva cerrada y viene de frente una familia entera, con sus bicicletas, sus gorras, sus niño agarrado a la bicicleta de papá y su otro niño más pequeño en un sillín con mamá, todos nos saludamos y sonreímos haciendo gala de nuestro buen humor y relajado día de sábado. Por unos instantes piensas que sería fantástico ir a todos sitios en bicicleta con esta tranquilidad, ¡y con esta temperatura!.

Dejamos la Noria Persa a la derecha y a nuestra izquierda podemos observar como los golfistas practican en el campo del Actur, y tras atravesar el Parque del Agua, con sus estanques y patitos, su tren que silba anunciando su presencia, la zona multiaventura que un día quiero probar y los canales en los que los piragüistas se pelean por avanzar más rápido llegamos a nuestro destino: unas tapas y un vermú, el típico aperitivo. Me gusta pedalear.

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