Copio a continuación un correo enviado por Pedalibre, desde la coordinadora ConBici ,denunciando una actuación un tanto penosa por parte de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.
Le doy difusión porque durante años, cuando era más joven y aun no peinaba canas, sufrí retenciones del mismo tipo al salir del trabajo en mi bicicleta. Siempre con el pretexto de la ley antiterrorista, a mí que soy pacifista radical, o buscando drogas en mis alforjas, a mí que soy antitabaco, antigrasashidrogenadas y anti cualquier cosa que pueda afectar mi salud. Mi único "delito" era ir en bici y parecer joven. Horas de retenciones y humillaciones, siempre igual: un policía dentro del coche mirando para el otro lado, el otro fuera del coche dando mal en actitud chulesca y yo solo sin testigos.
Pensaba que ésto ya era cosa del pasado.
Cerco policial a ciclistas internacionales
Ciclistas venidos de todo el mundo fueron retenidos el pasado día 1 de mayo durante más de una hora por las fuerzas de seguridad del Estado cuando se disponían a comenzar una ruta turística por Madrid en bicicleta. La actividad formaba parte de uno de los numerosos actos programados dentro del evento denominado “La Criticona” -un encuentro internacional de ciclistas urbanos- y contaba con más de 80 participantes.
A pesar de no haber transgredido ninguna norma, la comitiva fue retenida a la altura del Palacio Real alrededor de las 12:40 horas por miembros de la policía nacional y, cinco minutos después, rodeada por policías antidisturbios, cuya actitud intimidatoria y las consignas que utilizaron (“Que no se escape ninguno”) durante el tiempo que duró la identificación de cada una de las personas que allí se encontraban –más de una hora- hizo sentirse agredidos psicológicamente a cuantos participaban en un evento que lo único que tenía de particular era que se desarrollaba en bicicleta.
Con esta actitud, la policía ofreció una imagen realmente lamentable, tanto ante los cientos de turistas que a esas horas paseaban por este emblemático espacio de la ciudad, como ante algunos de los miembros del grupo ciclista, entre los que se encontraba un ciudadano japonés que está realizando la vuelta al mundo en bicicleta, que lleva siete años pedaleando y que reconoció que no había vivido una situación similar en ninguno de los más de treinta países que ya ha recorrido- así como ciudadanos franceses, italianos, y de otras provincias de España, entre los cuales también había familias con niños.
Pedalibre, como asociación que defiende el uso de la bicicleta en la ciudad como medio de transporte, lamenta que, a estas alturas, el Gobierno de España no sólo no nos ayude a hacer de nuestras ciudades espacios más amables y menos contaminados, a partir del uso cotidiano de la bicicleta, sino que, además, considere a sus usuarios como un colectivo peligroso al que hay que mantener vigilado por motivos de “seguridad pública”, tal y como indicó uno de los policías que llevaron a cabo dicha acción.
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